Una meta a la vez
Escrito por Franck Juarez el 25/04/2025
“Así que, ¡escuchen los perfectos! Todos debemos tener este modo de pensar. Y si en algo piensan de forma diferente, Dios les hará ver esto también.” Filipense 3:15 (NVI)
Metas
En mi nuevo trabajo hay muchas cosas por mejorar. La empresa se manejó siempre como una empresa familiar donde los dueños decidían según su buen criterio. No les fue mal, ya que crecieron mucho y se mantuvieron en el mercado durante años. Eso en Saltillo es casi un milagro. Sin embargo, esa metodología de trabajo ya no puede ser sostenida por el tamaño actual de la empresa. Es ahí donde me contratan para que entre otras cosas, logre mejorar los procesos internos.
Cambiar una cultura de años es casi imposible. Y resulta un desafío improbable de cumplir. Es además extremadamente desalentador ya que las mejoras suelen ser muy lentas y resistidas. Por lo cual, me diseñé un plan de trabajo para ir consiguiendo pequeños logros a corto plazo, que apuntalan mi objetivo principal. De esta manera, cada pequeño éxito que consigo me anima y fortalece interiormente.
Esta misma idea es la que Pablo intenta explicarles a los filipenses. Él sabía que tratar de ser como Dios es imposible para cualquier ser humano.
El objetivo final parece inalcanzable. Es imposible ser perfectos como Dios. Sin embargo, un gran objetivo se consigue logrando pequeñas metas. Y solo se obtiene el éxito avanzando paso a paso. El apuro solo puede llevar al fracaso. Pablo sabía esto. Por eso los estimula a buscar pequeños logros que generan confianza, satisfacción y la convicción de la tarea cumplida. Eso motiva a trabajar más arduamente para alcanzar el siguiente escalón, el siguiente desafío.
Somos exitistas por naturaleza, y nos desalentamos muy fácilmente cuando el fracaso golpea nuestros proyectos. Espiritualmente actuamos de la misma manera. Es cierto que tenemos un gran desafío de parte de Dios de mantener la santidad. Y que resulta imposible hacerlo.
Pablo hoy nos desafía a fijarnos pequeñas metas. No intentes ser santo todo el año. Luchá con fiereza para lograr la perfección delante de Dios solo por hoy. Mañana intentaremos hacer lo mismo. Pero preocupate solo por hoy. Basta a cada día su propio afán. Ahora es tu momento.