Si el hacha pierde su filo, y no se vuelve a afilar, hay que golpear con más fuerza. El éxito radica en la acción sabia y bien ejecutada. Eclesiastés 10:10 NVI

En estos tiempos donde el objetivo principal es sobrevivir en la mayoría de los casos para los empresarios y emprendedores, la parada técnica no suele ser algo que esté en la agenda de muchos. Y en el caso de los que en este momento les está yendo bien, tampoco lo ponen en agenda porque no quieren dejar pasar esta oportunidad de hacer la diferencia.

En la mayoría de los casos el día a día atenta contra la planificación, la mirada estratégica y en análisis de las variable internas, porque queremos ejecutar, hacer y hacer, que no pase el día sin hacer porque parecería que sentarse a planificar es una pérdida de tiempo. Lo que no nos damos cuenta es que nos vamos cansando, y que muchas veces al no alcanzar resultados nos ataca la frustración y el hacha tiene cada vez menos filo y por lo tanto menos efectividad.

El versículo lo explica con mucha claridad, golpear y golpear no garantiza alcanzar resultados, por lo cual “un pequeño árbol” que debería ser fácil de cortar nos cuesta mucho más y demanda más dedicación porque nuestra hacha ha perdido filo. Cosas simples se vuelven complejas por no haber definido procesos, no haber tomado un tiempo para hablar con el equipo de trabajo, no haber planificado la estrategia de marketing o no haber repensando y evaluado mi modelo negocios actual en busca de mejoras. Estos son solo algunos temas, de todos los que se pueden tocar en una empresa o emprendimiento.

Es tiempo de capitalizar este tiempo y pensar en cómo será el día donde todo vuelva a la nueva normalidad: ¿Seguiré en el mercado que estaba? ¿Cómo quedaré posicionado? ¿Cómo estoy puertas hacia adentro? ¿Cuántos quedamos en el equipo? ¿Cómo está mi cliente? ¿Sigue consumiendo igual? ¿Qué hicieron mis competidores?…. Estas son algunas preguntas que nos llevarán a pensar de manera sabia y ejecutar de manera efectiva decisiones que impacten en la viabilidad de nuestros negocios.

Pero todas las respuestas a esas preguntas las podremos escribir y lograr plantear escenarios futuros si hacemos una parada técnica para afilar el hacha y volvernos más efectivos. No lo dudes más, toma tu agenda y reservate esa cita con vos mismo y con tu equipo para afilar el hacha, no te limites que lo mejor está por venir.