Los días pasan y nadie tiene muy claro cuándo volverá todo a la normalidad, y si la normalidad que todos conocíamos será igual o habrá cambiado, pero de algo estamos seguros, es fundamental desarrollar una actitud de liderazgo ante los sucesos actuales.

 

En la Biblia encontramos un versículo donde “de pronto” se desató una tormenta, la vieron formarse pero se puede observar que tuvieron pocas posibilidades de reaccionar y una vez envueltos en ella se vieron superados por las violentas olas que los hicieron pensar que no saldrían con vida.

 

“Al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: «Crucemos al otro lado del lago». Así que dejaron a las multitudes y salieron con Jesús en la barca (aunque otras barcas los siguieron). Pronto se desató una tormenta feroz y olas violentas entraban en la barca, la cual empezó a llenarse de agua. Jesús estaba dormido en la parte posterior de la barca, con la cabeza recostada en una almohada. Los discípulos lo despertaron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?», gritaron. Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!». De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma.

Marcos 4:35‭-‬39 NTV”

 

Hoy muchos somos los que vemos esta situación actual del coronavirus como una gran tormenta feroz, que parece haberse armado de repente y sin darnos muchas posibilidades de hacer algo golpea fuerte a las naciones. Por momentos nos supera, pero quiero dejarles a ustedes,hombres y mujeres de negocios, pero también hombres y mujeres de familia y amigos, algunos rasgos claves de un líder como Jesús en medio del caos:

1.Dirige al equipo hacia un objetivo claro: «Crucemos al otro lado del lago»

Es un momento para fijar objetivos específicos, reales, alcanzables y medibles en el tiempo, para no dejarnos arrastrar por la situación actual y poder reinventarnos rápidamente.

 

2.Es responsable de su equipo: salieron con Jesús en la barca.

En tu barca nos vas solo, como capitán en esta tormenta te toca fijar un rumbo fijo junto a esa tripulación que ha subido a tu nave, a tus sueños, a tu empresa.

 

3.La crisis muchas veces no avisan: Pronto se desató una tormenta feroz y olas violentas entraban en la barca.

Hay que armar escenarios, aun cuando las olas te están golpeando, piensa en qué pasará si no logras pasar la tormenta, qué pasará si la logras pasar pero perdiendo bastante en el camino o qué pasará si logras hacer que esa tormenta en lugar de destruirte te potencie.

 

4.Un líder sabe descansar en Dios: Jesús estaba dormido en la parte posterior de la barca, con la cabeza recostada en una almohada.

Haz tus planes, entregaselos a Dios y descansa en Él.

 

5.Tu equipo recurrirá a ti: Los discípulos lo despertaron: «¡Maestro!.

Tu equipo, tu familia, tus amigos recurrirán a ti en busca de ayuda, en busca de consejo o, de dirección. Habiendo descansado en el Señor, motivalos y dales un mensaje de esperanza, que pase lo que pase seguirán contando contigo, muéstrate cercano a ellos.

 

6.Debe mostrar interés por las personas: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?», gritaron.

Nadie en tu equipo puede creer que no te importa, tal vez no te griten, o peor aún ni siquiera te lo digan, pero realmente te necesitan. Debe ser un tiempo para estar más cerca como personas e interesarse por la realidad de cada uno de ellos.

 

7.Acciona en medio de la tormenta: Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!».

Habiendo fijado un rumbo claro,planteado diferentes escenarios, descansado tus planes en Dios, y habiéndote ocupado del estado personal de tu tripulación, pasa a la acción, ejecuta y se sorprendido por el Poder de Dios.

 

8.Transmite Calma: De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma. Transmite la calma de que Jesús está es tu asunto, y confía en que aún hoy sigue haciendo milagros. Clama por el tuyo.